Duelo de pesados

Con la vuelta de Bordacahar al banco de suplentes, Chacarita recibirá a Ferro el domingo desde las 15:30 en San Martín, en el partido de los únicos dos equipos de la categoría que dieron la vuelta en Primera. El cotejo tendrá a Héctor Paletta como el árbitro. 



Chaca tiene la obligación de sumar de a tres en casa, ya que viene de dos empates consecutivos, y se alejó de la punta del torneo. Por eso mismo, el equipo de Coyette sabe que los tres puntos son de vital importancia porque, de no ganar, perdería las chances de pelear el campeonato. Del otro lado, tendrá al siempre difícil Ferro, que también debe ganar para no perder terreno. Por esto, se espera un lindo encuentro en Villa Maipú.

Coyette sabe que el Funebrero viene de tener el mejor partido del torneo, contra Central Córdoba en Santiago. Desde la llegada del nuevo técnico, Chaca ganó dos (Juventud Unida de Gualeguaychú y Villa Dálmine) y empató en dos oportunidades (Juvenud Unida de San Luis y Central Córdoba de Santiago del Estero), por eso mismo, el arranque de Walter en el banco es esperanzador, aunque viene de perder cuatro puntos claves para mirar bien arriba. También, luego del cambio en el banco de suplentes, Coniglio se afiló y marcó todos los goles en la era Coyette (cuatro goles en cuatro partidos), por eso es la máxima carta que tiene Chaca para acercarse a Talleres.

Con la vuelta de Bordacahar al banco de suplentes tras más de un año, Coyette pensó en una sola variante obligada para recibir al verde: ingresará Casa en lugar del lesionado Rodríguez. Los 11 serán los siguientes: Pedro Fernández; Juan González, Germán Re, Federico Rosso, Ian Escobar; Diego Rivero, Lucas Bossio, Nicolás Oroz; Maximiliano Casa, Fernando Coniglio y Jonathan Menéndez.

Damián Manso continúa en el banco, Rodríguez no estará presente por su lesión y el "Chapu" volverá a pisar San Martín, así Chaca irá en busca de tres puntos vitales, esperando acercarse a la punta, buscando algún tropezón. El Funebrero espera un "Chapuzon" directo a los perseguidores de la T, y tiene con que ilusionarse.

Por Franco Pedrazzini