Foto: @VillaDalmineOk |
En el ambiente se podía observar que el violeta sentía la obligación de ganar en casa después de haber perdido con Ferro y empatado con Guillermo Brown. Esta sensación se volvió realidad en la práctia del lunes en el que Rondina, "fastidioso" por que no se le daban los resultados, decidió realizar un entrenamiento a puertas cerradas dando a entender que al día siguiente iba a haber cambios. Y las modificaciones llegaron y fueron cinco los jugadores que ingresaron al once inicial: Juan Ferreira, Diego Grecco, Federico Poggi, Nicolas Stefanelli y Ezequiel Cerica; quienes le dieron un aire nuevo al equipo.
En el primer tiempo Dálmine llevó peligro al arco defendido por Requena a través de sus extremos Stefanelli y Nouet que no estuvieron finos a la hora de la definición en el primer tiempo para consumar esas oportunidades. El violeta cuando atacaba dejaba muchos espacios en el medio campo, que el conjunto de Tandil intentó aprovechar vía remates desde afuera, qué hicieron trabajar a Kletnicki.
El segundo tiempo fue favorable de entrada para los de Rondina, luego de una buena recuperación de Renso Peréz, la pelota le llega a Stefanelli quién cortó terreno de izquierda al centro y con un buen pase habilitó a Nouet que le ganó la espalda al defensa rival. Allí definió de zurda ante la salida del arquero marcando el único gol del partido. Con esta anotación Matias Nouet llegó a 3 goles y es el máximo goleador de Villa Dálmine en este campeonato.
El director técnico local, después del gol, metió a la cancha a Falcón por Nouet para tratar de darle más contención en el medio al equipo y más tarde a Pereyra por Stefanelli para tener la pelota. Con un equipo replegado, la tarea de Celaya fue creciendo. El central sacó todo de arriba y con la ayuda de un gran arquero, quién esta volviendo a su nivel, mantuvieron la valla en cero ante los embates del rival en los últimos minutos. El viola no sufrió sobresaltos dado que tuvo la pelota y hasta pudo aumentar el marcador con un remate de Cérica, qué se fue apenas ancho por suerte Lamolina le puso fin a la agonía, pitó el final del juego y los de Campana le pudieron dar una alegría a su gente.
Por Carlos Romero.
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