El Aurinegro de Tandil bajó
al hasta ayer puntero Temperley tras vencerlo por 3 a 1 y sueña más que nunca, ya
que quedó a tan sólo dos puntos de los puestos de ascenso.
Foto: El Eco |
Fue la noche perfecta para Santamarina de Tandil. Además de la derrota
de All Boys y el empate de Sarmiento de Junín, el conjunto dirigido por Duilio
Botella consiguió la tercera victoria consecutiva luego de vencer por 3 a 1 a Temperley y alcanzó los 20
puntos, posicionándose a tan sólo dos unidades de Atlético Tucumán y Sarmiento,
quienes comparten el último puesto de ascenso.
En el primer tiempo, el equipo tandilense fue superior en los primeros
minutos pero no encontraba la verticalidad, sino que lo hacía mediante envíos
aéreos. Primero la tuvo Alba tras un centro de Vilchez y luego Zbrun cabeceó
desviado a la salida de un córner. El local era más ante un Gasolero
desdibujado, que intentaba salir rápidamente de contra.
Sin embargo, un nuevo centro llegó al área de Crivelli y Jossimar
Mosquera se encontró con un rebote para marcar el primer tanto del partido.
Justo y merecido triunfo parcial, ya que el Aurinegro asfixiaba a su rival, que
padecía de algunas ausencias importantes en el sector ofensivo. Ni Dinenno, ni
López y hasta el escurridizo Brandán no encontraban su nivel habitual, por lo
que Temperley sufría a la hora de atacar.
Ya en el complemento, el Celeste se adelantó un par de metros en la
cancha y comenzó a crear situaciones de gol a través de Dinenno, quien falló en
la definición. Hasta que en un centro de Roselli, Martorell cabeceó contra su
propio arco y decretó la igualdad parcial del visitante. La alegría de los
dirigidos por Rezza no duró mucho, ya que en la siguiente jugada, un nuevo
acierto de Jossimar Mosquera venció a Crivelli y puso nuevamente en ventaja a
los tandilenses.
Aún sobraba media hora, por lo que el Gasolero fue en busca del empate
con más desorden que juego. La obligación de ir a buscar el resultado le jugó
una mala pasada al hasta ayer puntero, debido a que Mariano González liquidó el
encuentro a partir de un contraataque manejado por Vilchez y Alba, quien
definió tras la salida de Crivelli y le sirvió el gol al ex jugador de Racing.
En los minutos finales, la impotencia de Temperley se vio reflejada en
la expulsión de Luis López, quien agredió a Ramírez y vio la tarjeta roja. Por
su parte, el conjunto de Botella continúo demostrando un gran juego sobre el
césped del estadio San Martín, que ayer vivió una nueva fiesta aurinegra.
Por: Lautaro Virla
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