El tricolor le ganó por 1 a 0 a Los Andes con gol de Cristian Chávez y se anima a prenderse en la lucha por el ascenso. El objetivo es la permanencia, pero con cuatro partidos consecutivos con victorias y cerca de la zona de arriba, ¿Quién le quita la ilusión al elenco de Vicó?.
Los jugadores de la visita festejando el gol de la victoria. |
¿Es Clásico o no clásico, Brown de Adrogué ante Los Andes? Esa era la pregunta que tanto plateistas como periodistas se hacían antes del inicio del encuentro, ya que sí bien estos dos equipos son de zona sur y la cercanía geográfica no sería un problema para hablar de máximos rivales. Se termina diluyendo esta premisa, porque ambos cuentan con sus respectivos clásicos, y entre ellos no existe más que una rivalidad un tanto mayor a la habitual.
Sin importar todo esto, el partido debía disputarse con uñas y dientes, no solo por los objetivos personales que tenía cada equipo, sino también por la posición en la tabla que estos ocupaban y como llegaban a dicho choque. Por un lado los de Pablo Vico, visitaban al milrayitas con 17 puntos y estando tan solo a tres puestos del líder del torneo. Los números acompañan al tricolor en la presente campaña y el objetivo de los 25 que los salven del descenso, está cada vez más cerca. En la otra vereda, los de De la Riva con 19 unidades y con la clara premisa de pelear el torneo hasta el final, no querían perderle pisada al líder, que si bien no había jugado aun, en caso de hacerlo se podía ir a casi diez puntos de diferencia.
Con todos los números presentados arrancaba el partido en el Gallardón, domingo 11 de la mañana, el día y hora dispuesto para el inicio, por eso todos los que se acercaron al estadio lo hacían entre bostezos teniendo en cuenta el inusual horario. Los locales salieron a comerse la cancha y durante los primeros 10 minutos del encuentro arrinconaron a la visita contra su arco y no le permitieron salir en busca del arco defendido por Gagliardo. Sin embargo, tras estos embates iniciales, los de Adrogué comenzaron a hallarse en el terreno de juego y pudieron empezar a disputar un cotejo con mayor paridad. Se empezó a ver la velocidad de Chávez en las contras, así como también el sprint por las bandas de Sproat y Oviedo, sin embargo Los Andes seguía dominando las mejores chances y el control de la pelota, todo gracias a un fantástico Scatolaro que mostraba un nivel superlativo.
Los minutos corrían y las situaciones parecían no aparecer, en el medio se jugaba sin miedo al roce y ambos ponían la pierna fuerte para no perder la posición en la zona central, mientras que por las bandas parecía estar el negocio para ambos equipos. Mientras que por un lado, Chávez retrasaba para que Asenjo le rompa el pecho al uno y capitán de los locales. Linas realizaba una fantástica jugada por la derecha para dejar solo a un Salinas, que con la mira descalibrada, tiraba su penal en movimiento por encima del arco defendido por Ríos.
La segunda mitad arrancaba con un trámite similar a la primera, y con una clara premisa, en un encuentro tan parejo y cerrado, estaba claro que quien haga el gol sería quien se lleve la victoria. Finalmente la monotonía del ya mediodía se rompería a los 66 minutos de partido: Víctor Soto bajaba a Moreno, quién tras enganchar hacia el centro se iba derecho a internarse en el área. El número 2 veía su segunda tarjeta amarilla y se iba a las duchas antes de tiempo.
Todo estaba a pedir de boca para los locales, con el rival arrinconado y un jugador de más, sabían que no podía pasar mucho tiempo antes de que la paridad se rompa. Pero se vieron perjudicados por uno de su propio bando: Sccecafien, que recién había ingresado. le iba muy fuerte a Sproat y en una falta de anaranjada veía su segunda tarjeta amarilla para volver a poner las cosas en igualdad, solo que esta vez 10 contra 10.
Los minutos seguían pasando y ambos estaban decididos a ganar el encuentro, pero en un trámite tan parejo solo había una manera de quebrar el cero y esa es la pelota parada. Quintana, que había ingresado hacia cinco minutos por Asenjo, realizaba una gran maniobra de izquierda a derecha y remataba por encima del travesaño, Argañaraz decía que el numero 18 había sido tomado por su marcador antes del remate final y sancionaba tiro libre en el mismísimo borde del área. Quién tomó la pelota para hacerse cargo del mismo era Cristian Chávez, el número once mostró toda su jerarquía elevando el balón por encima de la barrera y colgándolo de un ángulo defendido por el uno de los de Lomas.
Los locales no podían creer como se les escapaba un partido de semejante forma y ante el lógico repliegue de la visita a falta de cuatro para el final, salían con todo por el empate. Solo quedó tiempo en los cinco de adición para que Salinas reviente el travesaño en lo que era la última del partido.
Finalmente, fue triunfo en este clásico, no clásico, para los comandados por Pablo Vico. De esta manera se suben a una posición que para muchos era impensada a la hora de comenzar el torneo, quedando como cuartos en la tabla. El objetivo claro es la permanencia, pero en su búsqueda de puntos, los del bajo, parecen estar sumando más de la cuenta y los puestos de arriba los acogen en estos momentos. Los locales se retiraron muy enojados con el árbitro del encuentro y entendiendo que no merecían quedarse con las manos vacías, para colmo sus vecinos ahora se sumaron a la pelea y es un rival más a la hora de pelearle el primer puesto a Talleres de Córdoba.
Por Martín Gilio
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