Alejandro Sánchez apareció en el momento clave y detuvo el penal. |
El encuentro comenzó con un Douglas Haig bien parado y aprovechando cada uno de los avances. Juan Martín, delantero de la institución fogonera intentó inquietar a Alejandro Sánchez pero el arquero siempre respondió con la capacidad que lo caracteriza.
Pasado ese sofocón de 7 minutos, en los que también hubo un remate desde afuera de Pajón, el dueño de casa comenzó a acomodarse en el partido. Aprovechando la juventud en sus líneas y las falencias del rival en la zona de laterales de la defensa, de a poco tomaba el protagonismo.
Un combinación entre tres intérpretes hizo posible la llegada de la primera conquista. Alejandro Melo realizó una buena jugada, le cedió el balón a Claudio Guerra y esté último se lo dio a Nicolás Giménez. El mediocampista de 20 años remató para poner en ventaja a los suyos.
Con el resultado a favor, las acciones parecían volverse un poco más claras y menos complejas. Sin embargo, Gonzalo García le iba a dar un manto de suspenso al espectáculo deportivo. El defensor no despejó a tiempo, y de hecho intentó hacer una maniobra en zona peligrosa. Samuel Cáceres se vio obligado a cometer una infracción que derivó en su expulsión.
Faltaba poco para que termine la primera parte y la visita contaba con un penal. De la ejecución se haría cargo Juan Martín. El atacante definió pero la trayectoria del balón a la red se detuvo en las piernas del oso. El portero no iba a alcanzar a dominar el esférico con sus manos pero sí lo pararía con sus pies. El corazón volvió a su lugar y la gente volvió a respirar en el Estadio República de Mataderos.
Ya en la segunda etapa, los dirigidos por Andrés Guglielminpietro se pararon mejor en el campo de juego y no sufrían los embates del elenco de Pergamino. Una clave para lograr esto, fue la tenencia de la pelota. Con la redonda en los pies de equipo, se le hacía imposible al rival poder generar peligro.
Los minutos corrían hasta qué finalmente llegó la tranquilidad para el conjunto de Capital Federal. Una gran jugada personal de Giménez, con varios enganches incluidos, culminó en el 2 a 0 definitivo.
A la siguiente jugada, Sánchez le desvió un cabezazo a Juan Martín para alejar todo tipo de peligro.
El partido llegó a su final y así lo hizo saber el árbitro con el pitido de su silbato. Chicago ganó por 2 a 0 y se mete entre los primeros equipos del certamen. En la próxima fecha visitará San Luis para enfrentar al siempre temible Sportivo Estudiantes.
Por Iván Ferrato
@FerratoIván
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