El equipo tandilense dio la
gran sorpresa tras vencer al hasta ayer puntero Atlético Tucumán. Es la segunda victoria consecutiva para el
Aurinegro.
La noche de Tandil se encaminaba hacia otro empate sin goles. Pero sobre el final, llegó el triunfo agónico del conjunto local que bajó de la cima al equipo dirigido por Héctor Rivoira. Con este resultado, los tandilenses suman el quinto partido consecutivo sin conocer la derrota y el tercero con la valla invicta.
La primera etapa mostró a dos equipos poco ambiciosos a la hora de
atacar, sin mucha profundidad ni ideas. Por un lado, Atlético Tucumán insinuaba
con sus delanteros Diego Jara y Cristián Menéndez, quienes no pudieron mostrar
su mejor nivel en el estadio San Martín. La única situación estuvo en los pies
de Jara, con un remate de media vuelta que se fue apenas desviado.
Por el otro lado, Santamarina sufrió la ausencia de Mariano González en
la mitad de la cancha, debido a que en el calentamiento previo al partido el
jugador sintió una molestia muscular y tuvo que ser reemplazado por Diego
Bucci. Sin embargo, Federico Scoppa realizó un gran trabajo y se adueño por
momentos de la posesión, pese al escaso peligro que generaban los delanteros.
Pese a ser reemplazado por una supuesta lesión cuando iba media hora de juego,
Martín Michel fue el único que molestó a Cristián Lucchetti con un disparo de
media distancia. Minutos más tarde, el arquero dudó en la salida de un corner y
casi le cuesta el primer gol del “Aurinegro”.
En el inicio del complemento, el conjunto local mostró otra lucidez y
tuvo avances productivos que lo volvieron a poner a la altura del encuentro.
Sin embargo, el arco que defendía Lucchetti seguía invicto en la noche
tandilense.
Mientras tanto, el “Decano” de a poco demostraba su candidatura hacia el
ascenso y respondía con un remate de Gonzalo Ontivero, que finalmente fue
desviado por el arquero Emiliano Olivero.
Al igual que en el partido ante Patronato, todo parecía encaminado hacia
un empate sin goles en el estadio San Martín. Al equipo tucumano no le venía
mal el empate en condición de visitante y por eso terminó refugiándose en su
propio arco. Pero sobre el final se quedó con las manos vacías, ya que Emiliano
Capella apareció sólo en el segundo palo y concretó el único gol del partido
cuando el tiempo ya estaba cumplido.
Esta victoria lo depositó a tan sólo dos puntos de la zona de ascenso en
el cierre de la primera rueda de la B Nacional. Finalmente, Santamarina pudo
celebrar ante su gente y ahora tendrá fecha libre para descansar de cara a la
segunda parte de la temporada.
Por: Lautaro Virla
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