Un punto que no suma

En Caballito, Ferro y Brown de Adrogué terminaron repartiendo puntos tras empatar 2-2, en un verdadero partidazo protagonizado por estos dos equipos. Los goles del elenco local llegaron de la mano de Salmerón y Vernetti, mientras que Chávez y Soto igualaron en dos oportunidades para la visita.



El único resultado que dejaba insatisfechos a los dos equipos era el empate. Los locales necesitaban ganar para cortar distancias con respecto a Talleres y acercarse a la cima, mientras que, la visita, estaba obligado a sumar de a tres luego de lo que había sido la victoria de Juventud Unida ante Guillermo Brown que lo dejaba en puestos de descenso. Pero el fútbol es tan caprichoso que en un partido plagado de situaciones y emociones, que podría haber ganado cualquiera de los dos equipos, terminó en igualdad.

El encuentro comenzó como una premisa de lo que se podría apreciar durante los 90 minutos, buen manejo y control de pelota por parte del tricolor, pero las situaciones más claras las tenía Oeste. A menos de diez minutos del comienzo, Aguirre le pondría una pelota excelente a Vernetti para dejarlo mano a mano pero sin mucho ángulo, a pesar de la buena definición del volante, Ríos puso su brazo derecho justo a tiempo en la trayectoria para evitar el gol. Otra vez la sociedad que formaban por derecha estos dos jugadores volvió a dar resultado, solo que cuando quedaba solo para definir el número 8, el árbitro asistente levantaba la bandera invalidando todo.

El equipo de Vico comenzó a hacer efectiva esa posesión de pelota y por medio de sus delanteros empezó a generar en el arco rival, primero intercambiaron roles los atacantes y Asenjo fue quien centro para que Chávez y el exdelantero del Napoli pudo impactar de cabeza una pelota que termino en el techo del arco. Otra vez fue el numero 11 quien supo impactar un centro desde la derecha enviado por Sproat, pero esta vez el remate fue decididamente malo y acabó en las manos de Limousin.

El nivel del juego comenzó a bajar, los locales basaban toda su estrategia en pelotazos hacia Salmerón para que éste pueda descargar a los volantes que llegaban por sus costados, mientras que la visita seguía teniendo la pelota, pero ya no solo no sabía qué hacer con esa, sino que la imprecisión en los creativos de su equipo, Sproat y Oviedo, hacían que esta termine durante muy poco tiempo en su poder. Pero cuando parecía que el cero no iba a moverse por lo menos en la primera parte, apareció la sociedad que mayores frutos le dio a Ferro en la noche para capitalizar el primer gol: Aguirre volvió a ver cómo Vernetti le comía la espalda a Sánchez y le puso una gran pelota, para que este centre de primera para que el goleador y capitán que aparecía solo por el medio empuje la pelota a la red, Salmerón.

Sin embargo, el festejo en los hinchas locales no duro más de cinco minutos, ya que el árbitro del encuentro, Alejandro Castro, señaló que Frontini tomo por los hombros a Asenjo y dio un tiro libre en el borde del área para el Tricolor. Y aquí fue donde apareció toda la categoría del exhombre de San Lorenzo, Godoy Cruz, Napoli y Asteras Trípolis. Cristian Chávez colgó de un derechazo la pelota del ángulo y volvió a poner todo como al principio, mientras que el árbitro señalaba la mitad del campo.

Conscientes de sus necesidades, ambos equipos salieron en búsqueda de la victoria en la segunda mitad, regalando algunos espacios pero buscando siempre el arco de enfrente fue lo que se vio. Ferro hizo de su defensa una zona de mayor seguridad, pero su medio campo parecía tener la barrera levantada para que tanto delanteros como volantes del equipo de Adrogué puedan pasar a placer por la misma. Aunque cuando todo era del equipo de “Don Ramón” una grosera falla defensiva culminó con el segundo gol del elenco local, en un pelotazo que parecía fácil de despejar, Bocchino acabo resbalándose y dejando en libertad a Ojeda para que pueda centrar, de allí vino una pifia esta vez de Barbosa que se pasó de largo y tampoco pudo alejar el peligro y finalmente solo por el segundo palo llego Vernetti para elevar el 2-1 al marcador.

A partir de aquí, el partido ingresó en una meseta, donde ambos se prestaban el balón y Brown solo generaba peligro a través de pelotas paradas, justamente por esta vía llego el empate. Barbosa realizó una gran maniobra individual para quedar solo antes el portero y terminar definiendo de volea, pero el uno local desvió de manera soberbia a córner, de ese tiro de esquina ejecutado por Oviedo Soto anticipo a su marca y con un cabezazo muy fuerte igualo las cosas en Caballito, justamente un ex Vélez.

Luego del gol del central, el partido volvió a tornarse monótono y sin emociones, los entrenadores metían mano en sus equipos, en busca de un jugador que pueda cambiar la ocasión del mismo, casi lo logra Perazzo cuando hizo debutar en primera a Álvarez, un juvenil que se mostró muy movedizo por la banda izquierda y envió varios centro venenosos hacia el área que defendía Martin Ríos. Vico también buscó despertar a los suyos con el ingreso de Gómez, pero el exEstudiantes de Buenos Aires no contó con mucho tiempo para poder plasmar todo su talento en cancha.

Los minutos del epílogo del compromiso lo tuvieron al local atacando el área rival sin ideas pero con mucha entrega, aunque Brown de contra pudo haberlo ganado también con un remate de Chávez que se fue desviado.

Finalmente, ninguno de los dos pudo llegar al gol que tanto buscaba y ansiaba. Uno por no contar con ideas claras a la hora de ir en búsqueda del mismo, y el otro por no tener las piernas ni los recursos necesarios para hacerlo. Fue empate en Caballito, en un partido de muchas emociones pero también muchas imprecisiones por parte de ambos, los jugadores e hinchas de Ferro se retiraron con un sabor muy amargo, sabiendo que era una de las ultimas chances para meterse de una vez por todas en la pelea por el campeonato, mientras que el elenco de Adrogué se llevó un punto que no sirve mucho a la hora de analizar la tabla de promedios, pero sabiendo que de ahora en más si comienza a ganar en condición de local, estos puntos obtenidos fuera de casa serán de gran ayuda.

Por Martín Gilio